Omerta Media destapa una campaña de desinformación española, apoyada por Argel, que busca desacreditar a los servicios marroquíes

La plataforma francesa Omerta Media ha revelado la existencia de una amplia campaña de desinformación orquestada por ciertos medios españoles, entre ellos El Independiente y El Español, dirigida directamente contra las instituciones de seguridad marroquíes. Según sus investigaciones, estos relatos, ampliamente difundidos, estarían alimentados por influencias externas, en particular por los servicios argelinos, con el objetivo de empañar la imagen de Marruecos y debilitar su credibilidad internacional.
En el centro de esta campaña se encuentra una narrativa sensacionalista que opone artificialmente a la DGST, dirigida por Abdellatif Hammouchi, y a la DGED, conducida por Yassine Mansouri. Los periodistas Sonia Moreno y Francisco Carrión describen un clima de rivalidad y tensiones, presentado como una «guerra interna de los servicios». Sin embargo, la realidad contradice totalmente estas afirmaciones: la DGST y la DGED funcionan en plena complementariedad, una en el ámbito nacional y la otra en el ámbito exterior, particularmente en materia de cooperación en seguridad y diplomacia.
Omerta Media subraya que estos relatos españoles no se basan en ninguna prueba tangible. Prefieren la dramaturgia y la amalgama a la rigurosidad periodística, fabricando escenarios espectaculares en los que intrigas palaciegas, sucesiones disputadas y rivalidades de espías alimentan una ficción seductora pero engañosa. El objetivo es claro: dar la ilusión de un Marruecos inestable y dividido, cuando sus instituciones descansan sobre una estabilidad constitucional y una eficacia en seguridad reconocida por sus socios.
Otro elemento de esta desinformación es la puesta en escena de Mehdi Hijaouy, presentado por algunos artículos como una víctima de las «luchas internas». Antiguo empleado de la DGED, fue cesado de sus funciones en 2010, mucho antes de los casos Pegasus o Marocgate citados para nutrir la ficción. Sus problemas actuales con la justicia tienen que ver con hechos de fraude y ayuda a la inmigración ilegal, sin relación alguna con una supuesta guerra de los servicios. Convertirlo en un «héroe perseguido» es pura fabricación mediática.
Junto a Hijaouy aparece también Claude Moniquet, exagente francés convertido en consultor controvertido, que Omerta Media identifica como un actor activo de esta campaña. Según fuentes de seguridad europeas, Moniquet habría sido contactado por los servicios argelinos (CSS/DRS) para desacreditar a Marruecos y socavar su cooperación con sus socios occidentales. Su papel consiste en legitimar el relato fabricado alrededor de Hijaouy y amplificar el alcance de la campaña en la opinión pública internacional.
Esta estrategia, estima Omerta Media, responde a un doble objetivo: debilitar la credibilidad de los servicios marroquíes ante Washington, París y Bruselas, y al mismo tiempo reforzar el discurso interno argelino que presenta a Marruecos como un «enemigo exterior». Las campañas mediáticas lanzadas desde el extranjero se inscriben así en una guerra de influencia donde la ficción prima sobre los hechos, y donde figuras secundarias son erigidas artificialmente en actores centrales.
La plataforma de investigación recuerda que Marruecos sigue apoyándose en una coordinación ejemplar entre sus servicios, que han demostrado su eficacia en la lucha contra el terrorismo, los tráficos transnacionales y la delincuencia organizada. Ante las campañas de desinformación, Omerta Media insiste en la necesidad de distinguir las manipulaciones mediáticas de las realidades institucionales, y en reconocer el papel estabilizador de Marruecos en una región marcada por la inestabilidad.



