Ante el estancamiento en el conflicto del sahara, Staffan de Mistura vuelve a poner sobre la mesa una idea obsoleta de reparto
El 16 de octubre de 2024, durante una sesión informativa a puerta cerrada, Staffan de Mistura, el Enviado Personal del Secretario General de la ONU para el Sahara, compartió sus reflexiones con el Consejo de Seguridad. Mencionó una posible partición del territorio como solución al conflicto, una propuesta que data de 2002 y que anteriormente fue rechazada por Marruecos. A pesar de los desafíos que ha enfrentado en su misión, de Mistura ahora se inclina hacia la propuesta de autonomía que desea explorar más a fondo, mientras prevé un nuevo ciclo de discusiones que involucren a Argelia.
Esta sesión informativa, que revela un sentimiento de impotencia ante la situación actual, subraya las frustraciones de las poblaciones en los campamentos de Tinduf, en Argelia. En su documento, de Mistura expresó una evaluación poco alentadora, destacando las tensiones persistentes y la falta de opciones viables.
La propuesta de partición, que parece ser más un intento de sondeo que una verdadera iniciativa, fue recibida con escepticismo. De Mistura declaró: «He retomado y reactivado discretamente el concepto de partición del territorio con todas las partes involucradas». Sin embargo, esta idea fue rechazada rotundamente por Marruecos, que considera indivisible al Sahara Atlántico.
Al recordar las declaraciones del ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita, de Mistura aclaró que la propuesta de autonomía constituye el único punto de partida para cualquier futura negociación que involucre al Polisario, Argelia y Mauritania.
La noción de partición se remonta a una iniciativa de 2002, cuando el expresidente argelino Abdelaziz Buteflika propuso una división territorial al diplomático estadounidense James Baker. Este último informó entonces que Argelia y el Polisario estaban dispuestos a discutir una partición del territorio como solución política. Sin embargo, esta idea nunca suscitó un interés real y fue categóricamente rechazada por Marruecos, que defiende con firmeza su integridad territorial.
De Mistura, al mencionar la posibilidad de un estado independiente en el sur y una integración del resto del territorio a Marruecos, señala que ni Rabat ni el Polisario han mostrado voluntad de considerar esta opción. Marruecos, que siempre ha afirmado que sus derechos territoriales no son negociables, ha mantenido su postura de rechazo ante cualquier tipo de intercambio.
El régimen argelino, aunque afirma no ser parte en el conflicto, ha sido un actor clave a lo largo de esta historia. De Mistura subraya las contradicciones en la postura de Argel, que apoya al Polisario mientras pretende no estar involucrado.
Aunque la opción de partición parece condenada al fracaso, el Enviado de la ONU insiste en la importancia de la propuesta de autonomía marroquí. Menciona el creciente apoyo de la comunidad internacional a este plan, que podría servir como modelo de éxito, como lo han demostrado otras regiones del mundo. De Mistura expresa la urgencia de aclarar lo que implicaría esta autonomía e invita a discusiones concretas al respecto.
Las próximas mesas redondas, previstas para abril de 2025, serán decisivas. De Mistura espera avances significativos en los próximos seis meses, pero advierte que la falta de progreso lo llevará a reevaluar la utilidad de su misión. Esta fecha coincidirá con el 50 aniversario del inicio del conflicto, marcando así un punto crucial en los esfuerzos por resolver esta crisis persistente.