Traidores y nihilistas se han embarcado todos en la desventura del asno de Troya de la propaganda argelina
A la primera mirada de la imagen, es imposible no sonreír: nuestros nihilistas favoritos, escondidos en un asno de Troya, símbolo perfecto de la propaganda argelina orquestada por el grupo Jabaroot. Mehdi Hijaouy, Hicham Jerando, Soulaiman Raissouni, Ali Lmrabet y Fouad Abdelmoumni se apiñan allí como en una grotesca foto familiar, listos para difundir mentiras y desinformación. Su entusiasmo por esta ridícula misión demuestra hasta qué punto algunas mentes pueden venderse por unos cuantos “likes” y compartidos.
Estos traidores, creyéndose grandes estrategas, no son en realidad más que figurantes en el teatro de la desinformación procedente de Argel. ¿Su papel? Amplificar cada noticia falsa del grupo de hackers argelinos «Jabaroot», cubriéndose con la ilusoria capa de la libertad de expresión. Detrás de esta máscara, su verdadero objetivo es simple: sembrar la duda y debilitar la confianza de los ciudadanos en sus instituciones.
Su asno de Troya, esta imagen simbólica, muestra lo mal inspirados que están estos soldados de la propaganda argelina. Se creen denunciantes valientes, cuando en realidad no son más que torpes amplificadores de mentiras, enviados por la junta militar argelina para dar eco a sus manipulaciones, apuntando sobre todo a los servicios de inteligencia marroquíes.
Cada publicación, tweet o comentario sopla caliente y frío sobre las instituciones marroquíes, sin aportar nunca la más mínima prueba ni información coherente, convirtiéndose así en un homenaje involuntario a su propia absurdidad. El público atento ve inmediatamente a través de su juego: esta puesta en escena es tan grotesca como un mal espectáculo callejero. Cuanto más insisten, más profundizan en su propio ridículo.
Al final, el asno de Troya de Jabaroot puede rebuznar todo lo que quiera en las redes sociales, pero nunca alcanzará lo esencial: la estabilidad y la unidad del Reino. Estos traidores pueden amontonarse en su farsa virtual, pero Marruecos avanza sereno, sólido e inmunizado contra las grotescas maniobras de quienes eligieron traicionar a su país por un espejismo de notoriedad.
