Cuando el fracaso político se recicla en reality show: el circo digital de El Omari, Chaou y Jerando
En el gran teatro del absurdo, el último acto fue brillantemente inaugurado por el youtuber Touhfa, quien lanzó una grabación de audio de Mustapha Aziz con todo el dramatismo de una telenovela ramadán. Protagonistas: Ilyas El Omari, Saïd Chaou y, como estrella invitada, el muy locuaz Jerando. Pareciera un spin-off de Game of Thrones, versión norte marroquí, con traiciones, venganzas y narcotraficantes en el exilio. No falta nada, ni siquiera las conspiraciones digitales de bajo costo.
Mustapha Aziz, visiblemente muy inspirado, expone una tesis tan sutil como un martillo neumático: Ilyas El Omari, exjefe del PAM sediento de poder, se habría reciclado manipulando youtubers en el exilio. Derrocado de su trono regional y humillado en las urnas en 2016, el hombre se habría convertido en un titiritero en las sombras. Su objetivo: vengar su ego herido desprestigiando las instituciones marroquíes. Porque si no puede convencer a los votantes, siempre quedan TikTok y YouTube.
¿Y quién mejor que Jerando, el francotirador de las plataformas virtuales, para liderar esta cruzada contra los servicios de seguridad? Un youtuber de tono agresivo que parece confundir sátira política con difamación gratuita, la herramienta perfecta para un ex político nostálgico de su aura mediática. Añade a eso algunos eslóganes bien calibrados, algunas arengas pseudo revolucionarias, y listo: bienvenidos al club de los rebeldes de salón.
Pero espera, el guion se pone aún más jugoso con la entrada de Saïd Chaou, el primo exiliado en Países Bajos, conocido por su historial “aromado” a cocaína. Según Aziz, él sería el proveedor oficial de fake news y expedientes supuestamente explosivos. Por supuesto, sin pruebas tangibles, pero en esta saga los hechos son detalles superfluos. Lo importante es la narrativa y la venganza bien servida.
Gracias a esta grabación, las piezas de este puzzle delirante se ensamblan como por arte de magia. Descubrimos un trío improbable: un ex político caído en desgracia, un narcotraficante notorio y un youtuber en busca de seguidores. Unidos por una noble causa: desestabilizar Marruecos desde su sofá en el extranjero. Casi parece un tráiler de Netflix: “La diáspora ataca de nuevo”.
Lo más irónico de todo es que al intentar desprestigiar a los servicios de seguridad marroquíes, estos señores solo evidencian cuánto han perdido contacto con la realidad. Porque mientras ellos gesticulan en el vacío digital, el Reino sigue avanzando en sus reformas y fortaleciendo sus alianzas. Pero shhh, eso no genera vistas en YouTube.
