Argelia continúa fortaleciendo su dispositivo militar a lo largo de su frontera con Marruecos.

Recientemente, Argelia ha comenzado a instalar pistas de aterrizaje temporales en la región fronteriza, entre Béchar y Boudnib. Estas nuevas infraestructuras tienen como objetivo facilitar el despliegue rápido de tropas y garantizar un apoyo logístico eficaz en caso de conflicto o emergencia, según los datos del Observatorio Atlántico de Defensa y Armamento. Estas pistas están diseñadas para recibir aviones de transporte militar, como el C-130 Hercules, especialmente adaptados para terrenos semi-preparados.

Aunque sean provisionales, estas instalaciones podrían jugar un papel crucial en momentos de tensión, permitiendo el transporte rápido de tropas, equipos y la evacuación de heridos. El proyecto forma parte de una lógica de modernización del aparato militar argelino, ya marcado por una concentración de cuarteles a lo largo de esta frontera sensible.

Fuentes de seguridad marroquíes estiman que estas pistas no son más que el inicio de un plan más amplio, que incluiría finalmente la creación de una base militar permanente. Esta base podría complementar el dispositivo existente, en particular en Tinduf, donde recientemente se han desplegado aviones de combate rusos Sukhoi. La ampliación de esta base comenzó en 2021 y ya se inscribía en una dinámica de anticipación estratégica.

El origen de esta carrera de infraestructuras militares se remonta a 2020, cuando Argel había expresado su intención de responder a la construcción de un cuartel militar marroquí en Jerada. En ese momento, la prensa argelina mencionó una política de reciprocidad para hacer frente a lo que calificaba de amenaza potencial a su seguridad nacional. Sin embargo, las autoridades argelinas nunca confirmaron oficialmente esta intención.

Esta rivalidad entre Rabat y Argel se ha intensificado en los últimos años, especialmente desde la creación por parte de las Fuerzas Armadas Reales marroquíes de una zona militar oriental en enero de 2022. El anuncio coincidió con las primeras revelaciones sobre el proyecto argelino de erigir una nueva base en Béchar. Este clima tenso también se acompaña de un refuerzo de las capacidades militares de ambos países, mediante la compra de material avanzado y la realización regular de maniobras militares.

En este contexto, los observadores coinciden en que el refuerzo militar en esta zona fronteriza refleja una profunda desconfianza mutua. Cada Estado actúa según una estrategia de disuasión y preparación para posibles conflictos, en un entorno regional marcado por la inestabilidad y la rivalidad histórica. La creciente militarización de la frontera argelino-marroquí podría así congelar aún más una relación bilateral ya marcada por la ruptura diplomática desde 2021.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba