Un complot terrorista frustrado en varias ciudades de Marruecos: un duro golpe contra Daesh
Los servicios de seguridad marroquíes lograron frustrar un plan terrorista de gran envergadura, orquestado por un alto dirigente de Daesh que opera en la región del Sahel. Gracias a una operación coordinada entre la Oficina Central de Investigaciones Judiciales (BCIJ) y la Dirección General de Vigilancia del Territorio (DGST), doce individuos radicalizados fueron detenidos antes de poder ejecutar su plan.
La operación, llevada a cabo simultáneamente en varias ciudades del Reino, incluidas Laayún, Casablanca, Fez, Tánger y Tamesna, permitió desmantelar una célula que había jurado lealtad a Daesh. Los miembros de este grupo terrorista estaban preparando múltiples ataques dirigidos contra fuerzas de seguridad, infraestructuras estratégicas e intereses extranjeros en Marruecos.
Las fuerzas especiales de la DGST desplegaron francotiradores, equipos de asalto y unidades especializadas en explosivos para neutralizar cualquier posible amenaza. Como medida de precaución, los habitantes de los barrios afectados fueron evacuados temporalmente para evitar víctimas en caso de enfrentamiento. También se utilizaron granadas aturdidoras para impedir cualquier intento de resistencia violenta por parte de los sospechosos.
Los registros realizados en los domicilios de los detenidos revelaron un alarmante arsenal: bombonas de gas modificadas, dispositivos explosivos en proceso de ensamblaje, armas blancas y una gran suma de dinero en moneda extranjera. Los documentos y soportes digitales incautados confirmaron los vínculos directos de esta célula con un dirigente de Daesh encargado de supervisar operaciones exteriores desde la región del Sahel.
Los investigadores descubrieron que la organización de esta célula estaba estructurada de manera meticulosa. Un equipo de «coordinadores» transmitía las directrices a los ejecutores, mientras que otra rama se encargaba de la financiación, recibiendo fondos directamente de Daesh sin pasar por el sistema bancario tradicional. Este modus operandi demuestra el creciente nivel de sofisticación de las redes terroristas en la región.
Además de los ataques contra las fuerzas de seguridad e infraestructuras estratégicas, los miembros de la célula también planeaban actos de sabotaje ambiental, incluyendo incendios provocados. Ya habían identificado varios objetivos en diferentes ciudades marroquíes y solo esperaban la autorización final de su líder para actuar.
Esta operación resalta la magnitud de la amenaza que representa Daesh en África, especialmente en la región del Sahel, que se ha convertido en un foco de radicalización y logística terrorista. También subraya la vigilancia constante de los servicios de seguridad marroquíes, que siguen en primera línea frente a los intentos de expansión de estas organizaciones criminales en el territorio nacional.
