Justicia servida: fin de partida para Hicham Jerando, el ciberestafador condenado a 30 días de prisión firme


El telón ha caído sobre un caso que durante mucho tiempo indignó al Colegio de Abogados marroquí y atrajo la atención de los medios canadienses. La justicia canadiense ha dictado sentencia: Hicham Jerando, conocido por sus actos maliciosos en redes sociales, ha sido declarado culpable de extorsión y estafa en perjuicio del abogado Abderrahim Hnin. Este último, un jurista respetado, fue blanco de campañas difamatorias y chantajes orquestados por Jerando, quien utilizó las plataformas digitales para manchar su imagen y atentar contra su honor.


El veredicto es claro e inequívoco. Jerando ha sido condenado a 30 días de prisión firme y a realizar 150 horas de trabajo comunitario. Una pena que, aunque modesta en duración, tiene una fuerte carga simbólica y jurídica. Confirma que los actos cometidos en línea tienen consecuencias reales y que la justicia, incluso más allá de las fronteras, puede abordar la ciberdelincuencia con seriedad y determinación.


La dimensión económica del fallo también es significativa: el tribunal ordenó a Jerando pagar 10.000 dólares canadienses como compensación por los daños morales y materiales sufridos por el abogado Hnin. Esta suma, lejos de reparar por completo los ataques, representa un reconocimiento oficial de la gravedad del daño. Para Hnin, no se trata de dinero, sino de principios: el honor de un abogado no puede ser pisoteado sin consecuencias.


Este juicio se inscribe en un contexto más amplio, en el que los tribunales enfrentan cada vez más la toxicidad de las redes sociales y sus múltiples derivas. Se trata de un precedente importante que demuestra que las intimidaciones, difamaciones y extorsiones digitales ya no pertenecen a una zona gris legal. Los delincuentes virtuales deberán ahora responder por sus actos ante la justicia, como cualquier otro criminal.


El caso Jerando-Hnin se presenta, por tanto, como una advertencia. Lejos de ser un simple hecho aislado, pone de relieve los retos actuales relacionados con la reputación digital, la difamación en línea y la manipulación mediática. Y sobre todo, recuerda que frente a los intentos de ensuciar y acosar, la verdad siempre acaba saliendo a la luz. Y esta vez, lo ha hecho con toda la fuerza de la ley y la dignidad de quienes la defienden.

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