Argelia hace uso de la pression diplomática despues de haber fracasado en su intento de obtener un asiento en el Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana

Argelia experimentó una importante derrota diplomática después de que su candidatura para un asiento en el Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana (UA) fracasara, un órgano estratégico que ha estado buscando ocupar durante años. Argelia intentó influir en el voto de los países africanos desplegando un «ejército de mediadores», con la esperanza de convencer a sus pares de que apoyaran su solicitud. Sin embargo, la falta de apoyo mostró la creciente desconfianza hacia Argelia por parte de varios países del continente, especialmente con Mali.
El fracaso de Argelia para obtener los votos necesarios para unirse al Consejo resalta la creciente desconfianza hacia ella, alimentada por sus tensiones con varios estados africanos. A pesar de este intento de presión, Argelia no logró convencer a la mayoría de los miembros de la Unión Africana, lo que resultó en la decisión de organizar nuevas elecciones en el marco de la cumbre ordinaria de la Unión Africana que se celebrará en Addis Abeba los días 15 y 16 de febrero.
Este revés es aún más significativo porque Marruecos, por su parte, ha logrado ocupar y presidir varias organizaciones africanas, incluido el Consejo de Paz y Seguridad. Desde que Marruecos asumió la presidencia de este consejo, ha renovado la dinámica de las discusiones y ha distanciado la influencia argelina, que había dominado la organización durante mucho tiempo. Este giro marca un punto de inflexión en las relaciones diplomáticas africanas, con Marruecos siendo cada vez más visto como un actor clave en la estabilización del continente.
Paralelamente a este fracaso diplomático, Argelia sigue criticando con vehemencia la posición de Marruecos, especialmente en lo que respecta a la cuestión del Sahara Occidental. Argelia persiste en su apoyo al Frente Polisario, mientras que Marruecos defiende firmemente su soberanía sobre la región. Este conflicto de larga data sigue siendo un punto de fricción importante no solo entre los dos países, sino también dentro de los organismos internacionales.
El fracaso de Argelia en asegurar un lugar en el Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana revela una dinámica cada vez más desfavorable para el país. A pesar de los esfuerzos desplegados por sus diplomáticos para persuadir a sus homólogos africanos, Argelia no logra superar el creciente aislamiento diplomático en el que se ha sumido. Este fenómeno se debe en gran parte a su política exterior conflictiva, que incluye no solo sus diferencias con Marruecos, sino también sus tensiones con otros países como España y Francia.
La situación geopolítica de Argelia parece empeorar, con una pérdida progresiva de su influencia en África y más allá. El creciente aislamiento del país, agravado por desacuerdos persistentes con sus vecinos del Sahel y conflictos diplomáticos con potencias occidentales, presagia un debilitamiento de su papel de liderazgo en el continente. Este giro podría marcar un cambio duradero en el equilibrio geopolítico de la región, con un Marruecos en ascenso.