GenZ212: cuando la contestación coquetea con la influencia ideológica


Con el paso de los meses, el colectivo GenZ212, nacido de un impulso sincero por una sociedad más justa y equitativa, parece alejarse de sus fundamentos ciudadanos. Este movimiento, que pretendía ser la voz de una juventud comprometida, ha ido derivando progresivamente hacia esferas donde la frontera entre la reivindicación social y la instrumentalización política se vuelve difusa. Sus espacios de debate, especialmente en Discord, acogen ahora discusiones donde las voces más radicales dominan sobre el diálogo constructivo.

Este deslizamiento no es insignificante. A medida que el colectivo se ha abierto a participantes externos a Marruecos, con discursos críticos hacia las instituciones nacionales, la duda se ha instalado. Algunos lo interpretan como una simple ampliación del debate; otros, como un intento de captación ideológica, o incluso como una forma de influencia de corrientes hostiles a la estabilidad institucional del Reino. Esta confusión de intenciones plantea una pregunta: ¿el colectivo sigue luchando por la justicia social o se ha convertido en una caja de resonancia de otras agendas?

El peligro es mayor porque el entorno virtual ofrece un anonimato engañoso. Detrás de los seudónimos, se vuelve difícil distinguir al militante sincero del manipulador experimentado. La protesta legítima corre el riesgo de diluirse en un discurso nihilista, donde todo se cuestiona, no para reconstruir, sino para destruir sin ofrecer alternativas. Esta deriva daña la credibilidad del movimiento y desvía a la juventud marroquí de su potencial cívico hacia un espacio de desencanto y confusión ideológica.

Este fenómeno también revela un vacío de orientación política y moral. Ante la falta de referentes institucionales y de espacios de diálogo estructurados, muchos jóvenes se refugian en estas comunidades digitales que ofrecen la ilusión de libertad, pero donde la palabra puede ser dirigida o incluso manipulada. La ausencia de una mediación clara entre la juventud y las instituciones deja el campo libre a discursos importados, a menudo desconectados de la realidad marroquí y de su historia.

Marruecos necesita una juventud crítica, no una juventud captada. Necesita debates abiertos, no arenas donde se confunden el activismo sincero y las influencias externas. Para que GenZ212 recupere su legitimidad, debe volver a su promesa inicial: la de un movimiento ciudadano, enraizado en la realidad, impulsado por la dignidad y la responsabilidad, lejos de las derivas ideológicas y de las manipulaciones que hoy empañan su imagen.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba