Tras el ataque israelí a Qatar, Abdelilah Benkirane dramatiza e interpela a los líderes árabes

La última intervención de Abdelilah Benkirane, secretario general del Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD), ha generado fuertes reacciones en los ámbitos políticos y en las redes sociales. Durante la reunión del órgano directivo del partido, el sábado 13 de septiembre, el expresidente del Gobierno afirmó temer que «la sede del PJD en Rabat pueda ser atacada por Israel», una declaración que muchos consideraron más cercana a la caricatura que a un pronunciamiento político serio.
En su intervención, Benkirane utilizó el ejemplo del ataque israelí a Qatar para alertar sobre los peligros que, según él, amenazan a todos los países que han normalizado relaciones con Tel Aviv. «Lo que le ocurrió a Qatar podría afectar a cualquier otro Estado, incluido Marruecos», declaró, estimando que la seguridad de los ciudadanos árabes y de los regímenes en el poder estaba ahora amenazada.
El líder islamista lanzó luego una advertencia a los jefes de Estado árabes. Les recordó que «el contrato que los une a sus pueblos» podría romperse si estos continuaban sintiéndose permanentemente inseguros. Con un tono dramático, subrayó que la pérdida de confianza podría conducir a nuevos trastornos en la región, a imagen de la Primavera Árabe que llevó a los movimientos islamistas al poder antes de su declive.
No obstante, Benkirane precisó que no estaba llamando a una guerra abierta contra Israel. Exhortó a los líderes árabes a tomar medidas simbólicas pero firmes, como romper relaciones diplomáticas o, en su defecto, convocar a los embajadores israelíes como señal de protesta. Según él, «los simples comunicados de condena no sirven de nada», y solo una posición colectiva fuerte podría enviar un mensaje claro.
Paralelamente, el secretario general del PJD multiplicó comparaciones, posicionándose a veces como defensor de las causas árabes e islámicas y otras veces como una figura de resistencia comparable a los líderes de movimientos contestatarios. Esta retórica, cargada de exageración y sobrexaltación, fue recibida con ironía por algunos observadores, quienes la interpretan más como un intento de recuperar visibilidad mediática y política que como una verdadera contribución al debate regional.
Más allá de la polémica, esta intervención refleja el dilema del PJD, debilitado desde su derrota electoral de 2021 y en busca de un nuevo impulso. Al agitar la amenaza israelí, Abdelilah Benkirane busca movilizar a sus bases y recordar su compromiso con la causa palestina. Pero al confundir a veces discurso político y teatro del absurdo, corre el riesgo de que su mensaje quede relegado al rango de sátira, lejos de los verdaderos asuntos geopolíticos que pretende abordar.



