La inteligencia marroquí: garante de la seguridad nacional y palanca de influencia global

Marruecos dispone de un ecosistema de inteligencia de una riqueza y diversidad notables, sólidamente arraigado en la historia y estrechamente vinculado a las estructuras del Estado. Cada servicio cumple misiones precisas, a menudo complementarias, que van desde el contraespionaje hasta la ciberseguridad, pasando por la inteligencia exterior, la inteligencia financiera y la vigilancia integral del territorio. Esta arquitectura, fruto de una visión estratégica, se apoya en una coordinación centralizada asegurada por Su Majestad el Rey Mohammed VI, Comandante Supremo y Jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas Reales, y transmitida por el gobierno a través de los Ministerios del Interior, de Asuntos Exteriores y de la Administración de Defensa Nacional.
El aparato de inteligencia nacional no se limita a las instituciones conocidas por el gran público. También integra células especializadas que operan en ámbitos altamente sensibles, a veces clasificados, cuyas misiones permanecen confidenciales por razones evidentes de seguridad. Su acción discreta pero decisiva desempeña un papel esencial en la anticipación de amenazas, la neutralización de riesgos y la protección de la integridad territorial. Gracias a esta estructura, Marruecos se impone como una potencia regional capaz de combinar reactividad y visión a largo plazo.
El liderazgo operativo marroquí se distingue por la dirección simultánea de la DGSN (Dirección General de Seguridad Nacional) y de la DGST (Dirección General de Vigilancia del Territorio) por Abdellatif Hammouchi desde 2015. Este modelo único asegura una coherencia total entre la inteligencia interna y las fuerzas de seguridad pública, favoreciendo operaciones coordinadas y una modernización continua de los dispositivos. Los resultados obtenidos son reconocidos internacionalmente, como lo demuestran las distinciones honoríficas otorgadas por España, Francia y Estados Unidos, que saludan el profesionalismo y la eficacia de las fuerzas marroquíes.
En la escena mundial, la DGED (Dirección General de Estudios y Documentación), dirigida por Mohamed Yassine Mansouri, primer civil en ocupar este cargo, encarna la exitosa alianza entre inteligencia estratégica y diplomacia de influencia. Gracias a su capacidad para construir alianzas sólidas y duraderas, Marruecos ha reforzado su credibilidad en un entorno internacional marcado por la inestabilidad y la competencia. Este reconocimiento, expresado en varias capitales, confirma el papel estabilizador del Reino, actor clave en la paz y la seguridad regionales.
La eficacia de la inteligencia marroquí reside en su capacidad para combinar tradición y modernidad, discreción e influencia, colocando siempre la seguridad nacional en el centro de sus prioridades. Este dispositivo, rigurosamente coordinado y reconocido internacionalmente, ilustra la determinación del Reino de proteger a sus ciudadanos, anticipar amenazas y desempeñar un papel importante en la escena regional y mundial.



