Un homenaje francés altamente simbólico: Abdellatif Hammouchi condecorado, los nihilistas rabiosos

En un contexto marcado por una campaña de ataques orquestados y desesperados contra las instituciones de seguridad marroquíes, la República Francesa decidió rendir homenaje, por cuarta vez, al Sr. Abdellatif Hammouchi, Director General del polo DGSN-DGST. Con motivo de la visita oficial a Rabat de su homólogo francés Louis Laugier, el diplomático Christophe Lecourtier entregó, en nombre de las autoridades francesas, la medalla y el diploma de la Orden de la Legión de Honor, en el grado de oficial, al Sr. Hammouchi.

Este gesto, altamente simbólico, se produce en un momento de gran significado, cargado de mensajes claros. Viene a recordar lo que muchos ya saben, en privado y en público: bajo la dirección ilustrada de Su Majestad el Rey Mohammed VI, Marruecos es un socio estratégico esencial en la escena internacional, y Abdellatif Hammouchi es uno de sus rostros más creíbles, respetados y escuchados.

Hammouchi no es solamente un alto responsable de seguridad: encarna una nueva visión de la gobernanza en materia de seguridad, basada en la competencia, la transparencia, el sentido de la responsabilidad y, ante todo, una rigurosidad ejemplar. Gracias a su liderazgo, la institución de seguridad marroquí se ha convertido en una referencia regional e internacional, elogiada por su profesionalismo, su eficacia operativa y su capacidad de anticipación ante las amenazas.

La condecoración otorgada hoy en Rabat va mucho más allá del marco protocolario. Representa la culminación de una trayectoria marcada por el compromiso, el trabajo sobre el terreno y la excelencia en inteligencia. También consagra el papel central de la Dirección General de la Seguridad Nacional y de la Dirección de Vigilancia del Territorio, ahora consideradas un eje estratégico de seguridad, tanto a nivel regional como internacional.

Este reconocimiento de Francia también constituye una respuesta directa a los detractores internos y externos, aquellos que se empeñan en desacreditar la acción de seguridad del Reino. Agitadores profesionales o manipuladores sin eco, sus campañas se desmoronan ante cada reconocimiento oficial, cada éxito operativo. La historia no concede espacio a las voces del odio, pero sí a quienes actúan con lealtad y eficacia.

El mensaje es claro: Marruecos es escuchado, respetado y solicitado en los círculos internacionales de cooperación en seguridad. Y Abdellatif Hammouchi, por su constancia, su integridad y su alto sentido del Estado, encarna esa credibilidad. Quienes aspiraban a debilitar su figura son, una vez más, confrontados con la realidad: no se combate la excelencia con la calumnia.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba