Hilale critica duramente a Argelia: «Sufre una patología esquizofrénica incurable sobre el Sáhara marroquí»

El seminario regional del Comité de los 24 de la ONU (C24), celebrado recientemente en Dili, Timor Oriental, volvió a ser escenario de las tensiones recurrentes entre Marruecos y Argelia. Un enérgico intercambio de derechos de respuesta entre ambas delegaciones puso de manifiesto el abismo diplomático que separa a Rabat y Argel en torno a la cuestión del Sáhara marroquí.
El representante permanente de Marruecos ante las Naciones Unidas, Omar Hilale, no se anduvo con rodeos. Acusó a Argelia de sufrir una «patología esquizofrénica incurable» al mantener un doble discurso: por un lado, Argel afirma no ser parte del conflicto, y por otro, bloquea activamente cualquier reanudación del proceso político auspiciado por la ONU.
Con una retórica tajante, Hilale interpeló a la comunidad internacional: “¿Quién creó al Polisario? Argelia. ¿Dónde se encuentra? En territorio argelino. ¿Quién lo financia? Argelia. ¿Quién lidera las campañas diplomáticas contra Marruecos? Siempre Argelia.” Para él, esta implicación ya no necesita demostración, como lo confirman las múltiples menciones explícitas a Argelia en las resoluciones del Consejo de Seguridad.
El diplomático marroquí criticó lo que calificó como un «software obsoleto» en el discurso argelino, acusando a Argel de ignorar deliberadamente las resoluciones posteriores al año 2000. Estos textos, según él, consagran el abandono del referéndum, reconocen la preeminencia de la iniciativa marroquí de autonomía y señalan formalmente a Argelia como parte interesada en la búsqueda de una solución política.
En respuesta a la afirmación argelina de ser fiel a su pasado de apoyo a los movimientos de liberación africanos, Hilale ironizó: «Ese mito de los años sesenta ya está superado. Hoy, Argel se ha convertido en la Meca de la desestabilización, del terrorismo, del separatismo y de todos aquellos que empuñan las armas contra su propio país.»
Agregó que la política argelina en la región del Magreb y el Sahel ha facilitado el establecimiento del terrorismo transnacional, especialmente el de Al Qaeda y Daesh, lo que ha agravado la inestabilidad en todo el continente africano.
Finalmente, Hilale lanzó un desafío contundente a la delegación argelina, cuestionando su supuesta defensa del derecho a la autodeterminación: “Si Argelia quiere ser creíble, que empiece por aplicarlo en su propio territorio, en particular al pueblo cabilio, cuyas reivindicaciones se remontan mucho antes de la creación del propio Estado argelino.” Un cierre contundente que no dejó a nadie indiferente.