Por qué Maati Monjib no puede abandonar el territorio nacional

En un intento desesperado por manipular la opinión pública internacional, el activista Maati Monjib recurrió a uno de los portavoces del régimen argelino en España, el periódico El Independiente, conocido por sus publicaciones críticas hacia Marruecos, para presentarse como una víctima inocente de una “medida ilegal” que le impide salir del territorio marroquí, a pesar de haber sido beneficiario de un indulto real.

Sin embargo, esta presentación, firmada por el periodista Francisco Carrión, expulsado recientemente del Sáhara marroquí, deforma intencionadamente los hechos, ofreciendo una versión sesgada de la realidad mediante una interpretación artificial de la legislación penal marroquí.

Un detalle crucial parece haber sido cuidadosamente omitido por este periodista: Monjib fue indultado únicamente por los delitos de “fraude” y “atentado contra la seguridad del Estado”. Se trata de acusaciones graves que merecen toda nuestra atención. De hecho, Monjib está sometido a control judicial por su implicación en otro caso relacionado con la gestión de fondos procedentes del extranjero, una situación que no debe generar ninguna duda sobre la legalidad de la medida de prohibición de salida del país impuesta por un juez de instrucción.

Cabe recordar que Monjib creó el centro “Ibn Ruchd” (Averroes), un proyecto destinado, en teoría, a promover ideas ilustradas sobre el periodismo. Sin embargo, se reveló que este centro servía principalmente como fachada para recaudar fondos extranjeros de manera ilegal, lo que constituye un delito financiero grave. Pero en lugar de abordar esta cuestión esencial, los partidarios de Monjib se centran en su indulto real, como si este debiera borrar todas las demás acusaciones que pesan sobre él.

En su declaración a El Independiente, Monjib cita el artículo 160 del Código marroquí de procedimiento penal, afirmando que una prohibición de salida del país puede imponerse por un máximo de un año. Sin embargo, omite deliberadamente mencionar el segundo párrafo de dicho artículo, que permite al juez de instrucción prolongar dicha prohibición de forma indefinida. Esta omisión flagrante demuestra su mala fe, orientada a distorsionar los hechos jurídicos para construir una versión de la realidad en la que se presenta como víctima.

Al presentarse como un defensor acérrimo de sus “derechos”, Monjib parece ignorar las graves acusaciones de blanqueo de capitales que la justicia marroquí ha podido demostrar gracias a una investigación judicial abierta desde 2019. En lugar de enfrentar estos cargos, esgrime la carta del indulto real como escudo, pretendiendo que este anula todos sus actos reprobables.

Las autoridades competentes han esclarecido esta cuestión de forma transparente, mientras que plumas como la de Francisco Carrión se movilizan para que esta situación se perpetúe, con el objetivo de alimentar la desinformación y la opacidad en torno al caso Monjib.

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