Sáhara: El Polisario intenta desesperadamente seducir a Portugal
Con la apertura de la 48ª edición de la Conferencia Europea de Solidaridad con el «pueblo saharaui» (EUCOCO) los días 29 y 30 de noviembre en Lisboa, la maniobra del Polisario para influir en la opinión europea lucha por ocultar su aislamiento diplomático. La organización separatista multiplica las declaraciones elogiosas hacia Portugal, con la esperanza de convencer a los países europeos de adoptar una postura favorable a un referéndum de autodeterminación en el Sáhara Occidental. Sin embargo, los hechos demuestran una realidad muy distinta.
En una entrevista concedida a una agencia de prensa portuguesa, Bouchraya Hammoudi Bayoun, representante del Polisario, destacó el supuesto papel que Portugal podría desempeñar para promover su causa en Europa. Sin embargo, estas declaraciones revelan más bien el estado de fragilidad del movimiento separatista. Ante una serie de reveses diplomáticos, el Polisario busca capitalizar la celebración de la EUCOCO para reactivar una campaña que parece perder fuerza.
Paradójicamente, Portugal, objetivo de estos esfuerzos separatistas, ha sido durante mucho tiempo un ferviente defensor de la iniciativa marroquí de autonomía. Este plan, presentado por Marruecos en 2007, es reconocido internacionalmente como una solución seria, creíble y realista para resolver definitivamente el conflicto del Sáhara. En mayo de 2023, el gobierno portugués reafirmó esta posición durante la 14ª Reunión de Alto Nivel entre Marruecos y Portugal, subrayando su alineación con las resoluciones de la ONU.
Al margen de la 10ª edición del Foro de la Alianza de Civilizaciones, el ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, Nasser Bourita, reiteró la importancia de las relaciones bilaterales con su homólogo portugués, Paulo Rangel. Estos intercambios ilustran el fortalecimiento de los lazos entre ambos países, basado en una visión compartida de estabilidad y cooperación regional. Portugal no considera las reivindicaciones del Polisario como una alternativa viable, sino como un obstáculo para una paz duradera.
La estrategia del Polisario, que consiste en explotar foros internacionales para promover una agenda basada en un referéndum irrealista, muestra sus límites. El creciente apoyo a la marroquinidad del Sáhara dentro de la comunidad internacional, incluida Europa, aísla aún más al movimiento. El reconocimiento del plan de autonomía marroquí como marco de resolución refleja una dinámica irreversible a favor de Rabat.
Así, frente a estos avances, el Polisario parece involucrado en una lucha de supervivencia diplomática, mientras que Marruecos continúa fortaleciendo sus alianzas y defendiendo su plan de autonomía para el Sáhara, una solución pragmática, realista y sostenible a este conflicto artificial.